Una ola de calor es un período prolongado de temperaturas extremas que supera los valores habituales para una zona y época del año. No solo provoca incomodidad, sino que también representa un riesgo real para la salud, ya que puede causar golpes de calor, deshidratación e incluso complicaciones graves en personas vulnerables. Por eso, es fundamental conocer las medidas de prevención y actuación.
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Hidrátate constantemente
La hidratación es clave para soportar una ola de calor. El cuerpo pierde agua rápidamente a través del sudor, por lo que se recomienda beber entre 2 y 3 litros diarios, incluso si no tienes sed. Elige agua o infusiones frías y evita bebidas azucaradas o con cafeína, que pueden favorecer la deshidratación. Un truco útil es llevar siempre contigo una botella reutilizable.
Usa ropa ligera y transpirable
Durante una ola de calor, la ropa que elijas puede marcar la diferencia. Opta por prendas de algodón o lino, de colores claros y cortes amplios que permitan la circulación del aire. Además, un sombrero de ala ancha y gafas de sol con protección UV ayudarán a prevenir la insolación y protegerán tu piel y tus ojos.
Mantén tu hogar fresco
Para resistir una ola de calor en casa, aprovecha las primeras horas de la mañana para ventilar. Después, mantén las persianas bajadas y las cortinas cerradas para evitar que el sol caliente las estancias. Si es posible, utiliza ventiladores o aire acondicionado, pero siempre de forma moderada para no generar contrastes térmicos bruscos.
Ajusta tus actividades al clima
Durante una ola de calor, se recomienda evitar actividades físicas intensas en las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 17:00). Si necesitas hacer ejercicio, hazlo temprano por la mañana o al atardecer. También es aconsejable programar las tareas domésticas o laborales más exigentes en los momentos más frescos.
Alimentación ligera y refrescante
Tu dieta puede ayudarte a combatir una ola de calor. Elige comidas ligeras y ricas en agua como ensaladas, frutas, gazpachos o yogures. Evita platos grasos o muy condimentados, que aumentan la temperatura corporal. La sandía, el melón y el pepino son excelentes aliados para mantenerte fresco e hidratado.
Protege tu piel del sol
La exposición directa al sol durante una ola de calor incrementa el riesgo de quemaduras y de envejecimiento prematuro. Aplica protector solar de amplio espectro con un FPS mínimo de 30, incluso en días nublados. Vuelve a aplicarlo cada dos horas o después de bañarte o sudar.
Reconoce los signos del golpe de calor
Es vital identificar los síntomas de un golpe de calor: mareos, dolor de cabeza, confusión, enrojecimiento de la piel y temperatura corporal elevada. Ante estos signos, busca sombra, hidrátate y refresca tu cuerpo con paños húmedos. Si la situación no mejora, acude inmediatamente a un centro médico.
La importancia de estar protegido con un seguro médico
Una ola de calor puede provocar emergencias que requieren atención médica inmediata. Contar con un seguro médico es una garantía de acceso rápido a profesionales y tratamientos. Serpreco, la correduría de seguros de La Mutua de los Ingenieros, ofrece soluciones adaptadas para proteger tu salud en cualquier circunstancia, incluidos episodios de calor extremo. Estar preparado es la mejor forma de cuidar de ti y de los tuyos.