Resulta evidente para todas las empresas y sus administradores que la declaración de estado de alarma por contagio por coronavirus aprobado por el RD 463/2020, el RDL 10/2020 y otras normas relacionadas, ha provocado la necesidad de estar atentos a las posibles responsabilidades a las que se enfrentan los negocios.
Esta necesidad exige la urgencia de revisar todos los programas de seguros de las empresas (responsabilidad civil profesional, explotación, ciberriesgo…) y de los directivos y altos cargos que las gestionan (como la conocida D&O).
Tomar decisiones evaluadas y revisadas con planes de actuación elaborados y sistemas de continuidad de negocio serán de vital importancia para evitar posibles reclamaciones.
Tengamos presente que, además de responder legalmente ante proveedores, clientes o deudores por una negligencia de nuestra empresa o en la toma de decisiones de sus administradores y altos cargos, el artículo 14.2 de la Ley de Prevención de Riesgos laborales indica que es el empresario quien está obligado a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores.
Por lo tanto, también se puede dar la situación de tener reclamaciones de los propios empleados (el principal activo de las empresas) quién, ahora más que nunca, se tienen que proteger. Dada esta complejidad, es de vital importancia contar con un cuadro de fórmulas de transferencia de riesgo, convertidas en seguros, que den cobertura a las diferentes situaciones a las que las empresas y sus empresarios se pueden enfrentar.
Protege tu responsabilidad con un seguro
Además, se tienen que llevar a cabo en un contexto donde determinar si existe causa de fuerza mayor o instrucciones de imposible cumplimiento o culpa exclusiva de la víctima, acontecerán motivos eximentes de responsabilidad. De este modo, es necesario contar con un buen corredor de seguros que sepa interpretar la situación actual, ponerle trasfondo a la situación de la propia empresa con el abanico de sus protocolos sobre la mesa y revisar el condicionado general de las pólizas actuales para detectar cualquier cambio o necesidad aseguradora.
Hay que destacar también que, en la situación actual, hay empresas que se ven obligadas a realizar temporalmente actividades empresariales que no son las propias o por las que estaban creadas. Este hecho, en muchos contratos de seguros es una obligación contractual a comunicar a la Aseguradora, por posible agravación de riesgo.
Del mismo modo, se tiene que hacer a la inversa: valorar aquellas situaciones que han cambiado en las empresas y actividades y que suponen una minoración del riesgo para ejercer la potestad de comunicarlo en la compañía aseguradora y conseguir la correspondiente revisión al vencimiento o valorar un posible acuerdo o negociación en las condiciones.
La situación actual provoca una coyuntura atípica en las empresas y se requiere hacer frente de manera diligente a las decisiones que se tienen que tomar. Con el confinamiento, las empresas han tenido muchas dudas sobre la manera de realizar su actividad, pero será una vez finalizada la cuarentena y el estado de alarma, cuando se revisará la manera de hacer y actuar de las empresas y sus directivos. Será en este momento cuando, todavía más que ahora, recaerá toda la responsabilidad si se detecta que se ha actuado de manera negligente o sin la diligencia adecuada. Es, por lo tanto, fundamental tener un cuadro de coberturas y seguros adecuado a las necesidades de cada empresa.
Desde Serpreco, la correduría de La Mutua del Ingenieros, ponemos a disposición de aquellas empresas o gerentes, nuestra División de Empresas y Colectivos para responder a cualquier duda o aclaración en materia aseguradora.