“Oooh no… ya??” “Como? Que ya se han acabado las vacaciones?“ Esto es lo acostumbramos a decir cuando somos conscientes que los días de playa y desconexión ya quedan atrás. Las maravillosas vacaciones se han acabado y, a pesar de que hemos cargado pilas, cuando somos conscientes que tenemos que volver a la rutina… nos deprimimos y nos estresamos. Es pues, momento para realizar un cambio y encarar de manera positiva el nuevo curso que empieza. Pero… cómo lo hacemos? A continuación te ofrecemos un listado de consejos para afrontar con ganas la vuelta a la rutina y evitar situaciones de estrés.
Tabla de contenidos
1. Volver con tiempo de las vacaciones
Todo el mundo quiere aprovechar hasta el último momento de vacaciones, pero a menudo volver el domingo a última hora o incluso el lunes a primera hora, cuando tenemos que volver a trabajar o llevar a los niños a la escuela, cada pequeña tarea nos puede parecer un gran obstáculo que superar. La solución, a pesar de que parece un poco dura, es volver más temprano para ganar tiempo para organizarnos con el nuevo calendario y adaptarnos a nuestro estilo de vida cotidiano.
Además, hemos estado fuera de vacaciones y si nos hemos alojado en un hotel, otros nos han hecho las tareas cotidianas, como por ejemplo cocinar, lavar, planchar, limpiar, etc. Volver a la normalidad puede ser difícil durante unos días, pero organizar y priorizar las tareas nos ayudará a no estresarnos. No lo podemos hacer todo a la vez. Prepararnos una lista de tareas y planificarlas durante los primeros días de la vuelta, así como ayudarnos con menús semanales y calendarios imantados en la nevera puede facilitar la vuelta a la rutina.
Es importante también que incluyamos tareas como las visitas médicas o las reparaciones que requiere el hogar, o revisar facturas de suministros así como las de los seguros. Es el momento de preguntarnos si aquellas compañías con quienes tenemos contratados los diversos servicios nos están ofreciendo lo que realmente necesitamos. En Serpreco, la correduría de La Mutua de los Ingenieros, tenemos el mejor seguro para tu casa. ¡No exageramos! Tu vivienda cubierta, pase lo que pase.
2. Vida laboral
Llegamos a la oficina. Además de la larga lista de emails sin leer también tenemos documentos encima de nuestra mesa que requieren nuestra atención. Todo se nos acumula. Tenemos que ser pacientes y pensar que durante unos días tendremos que dedicar parte de nuestro tiempo a ponernos al día con el trabajo acumulado. A menudo, cuando volvemos, tenemos la esperanza de que determinadas cosas que nos molestaban antes de marchar habrán cambiado en el trabajo.
La mayoría de veces no es así. Por este motivo es aconsejable hacer una lista de los temas que nos preocupan, enumerarlos y crear una estrategia para corregir cada uno de ellos. A veces es fácil hablar con nuestro jefe y corregir alguna metodología de trabajo u otros la solución quizás está en pedir un cambio de departamento o incluso encontrar un nuevo trabajo. Cualquiera de estas situaciones tiene solución. Pensáis, planificáis y actuáis.
3. Encontrar tiempo para la familia
Hacer unas vacaciones es muy beneficioso para la mente y el cuerpo. Cuando estábamos de vacaciones disfrutábamos de mucho de tiempo libre con la familia, compartiendo momentos fantásticos con nuestros hijos, con nuestros amigos, etc. No hay que dejar estos momentos solo para las vacaciones. Si nos planificamos, los fines de semana pueden ser también pequeños momentos de vacaciones. Después de las vacaciones todo parece negro y hay pocas cosas que nos motiven. Intentad ser positivos/vas y pensad en aquellas aficiones que os gustan.
Volver a trabajar es un momento ideal para encontrar nuevas aficiones para mantener la mente ocupada y estimularla tanto física como intelectualmente. Esto también servirá para impulsar vuestra vida social. Es un nuevo curso, y quizás os podéis apuntar a nuevas actividades y además compartirlas con amigos o con familiares.
4. Hábitos saludables
Durante las vacaciones, quizás hemos ganado unos cuántos kilos, pero el retorno a la rutina puede ser un momento fantástico para cambiar vuestro estilo de vida. Además de practicar deporte, tenemos que comer saludablemente. Volviendo de vacaciones es un buen momento para organizarnos y aprovechar la rutina para entrar en un nuevo estilo de vida. También pensad en tener algún tiempo de calidad para vosotros/as mismos/as, leyendo, o haciéndoos un tratamiento de belleza o planificando alguna escapada.
Si implementáis estas sugerencias y consejos os sentiréis mejor. Esta sensación de ligera depresión postvacacional pasará rápidamente. Pasado este primer periodo de adaptación a la nueva rutina, esta organización nos tiene que servir para ayudarnos a garantizar un estilo de vida más saludable, donde comemos mejor, hacemos ejercicio más regularmente, salimos más y dedicamos más tiempo a familiares y amigos, y finalmente a disfrutar de todo lo que la vida ofrece.