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Los errores humanos más comunes que ponen en riesgo la seguridad digital de tu empresa

Cuando se habla de seguridad digital, muchas empresas piensan inmediatamente en cortafuegos, antivirus o sistemas de detección de intrusiones. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los ataques informáticos se aprovechan de errores humanos. El factor humano es la puerta de entrada más habitual para los ciberdelincuentes, y la mejor tecnología del mundo puede quedarse en nada si los usuarios no aplican las prácticas adecuadas.

Uso de contraseñas débiles

Uno de los errores más frecuentes es utilizar contraseñas sencillas o repetidas en diferentes plataformas. Expresiones como “123456” o “password” siguen siendo sorprendentemente habituales. Esta práctica facilita que los atacantes accedan a las cuentas y comprometan información sensible. La formación en buenas prácticas y el uso de herramientas como los gestores de contraseñas son esenciales para mejorar la seguridad digital.

Caer en ataques de phishing

El phishing es una de las técnicas más utilizadas por los ciberdelincuentes. Consiste en enviar correos electrónicos o mensajes falsos que imitan entidades de confianza para engañar a los empleados y obtener datos personales o bancarios. Caer en esta trampa es un error humano muy común que puede abrir las puertas a graves brechas de seguridad digital dentro de la empresa.

No actualizar los sistemas

Ignorar las actualizaciones de software o retrasar su instalación es otro error habitual. Muchos empleados no son conscientes de que las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades críticas. No aplicarlas deja la puerta abierta a ataques que podrían haberse evitado fácilmente.

Compartir información de forma imprudente

Enviar documentos sensibles por correo electrónico sin cifrarlos, compartir contraseñas por mensajería instantánea o almacenar datos en dispositivos personales sin medidas de seguridad son errores humanos que ponen en peligro la seguridad digital. Estas prácticas pueden parecer inofensivas, pero ofrecen a los atacantes la oportunidad de explotar puntos débiles.

Usar dispositivos no autorizados

Conectar USB desconocidos, utilizar portátiles personales sin protección adecuada o acceder a redes Wi-Fi públicas con dispositivos de la empresa son acciones arriesgadas. Este tipo de conductas, a menudo fruto de la comodidad o la prisa, pueden introducir malware en los sistemas corporativos y comprometer datos críticos.

Falta de formación en ciberseguridad

Muchas empresas invierten en tecnología, pero olvidan formar adecuadamente a sus empleados. Sin una cultura de seguridad digital, los trabajadores son mucho más vulnerables a cometer errores. La falta de sensibilización hace que se repitan los mismos patrones de riesgo una y otra vez, multiplicando las posibilidades de sufrir un incidente grave.

Reutilización de información confidencial

Otro error común es utilizar la misma información confidencial para distintos fines. Por ejemplo, copiar datos de clientes en hojas de cálculo personales o almacenar archivos críticos en servicios en la nube sin los permisos adecuados. Este tipo de prácticas debilitan la seguridad digital y complican el control de riesgos.

Ausencia de copias de seguridad

Olvidar realizar copias de seguridad periódicas es un error humano que puede tener consecuencias devastadoras. Ante un ataque de ransomware o un fallo del sistema, no disponer de copias actualizadas puede implicar la pérdida irreversible de información valiosa. Los protocolos de seguridad deben garantizar que estas copias se realicen y verifiquen regularmente.

Confiar demasiado en la tecnología

Muchos empleados piensan que con un buen antivirus ya están protegidos. Esta excesiva confianza en la tecnología hace que bajen la guardia y tomen decisiones arriesgadas. La seguridad digital no depende solo de las herramientas informáticas, sino, sobre todo, de la responsabilidad y concienciación de las personas.

No denunciar los incidentes a tiempo

Un error recurrente es no informar de inmediato cuando se detecta un posible ataque o anomalía. A menudo, por miedo o desconocimiento, los empleados prefieren callar. Este retraso permite a los atacantes ganar tiempo para actuar y agravar las consecuencias. Comunicar rápidamente cualquier indicio es fundamental para proteger la seguridad digital de la empresa.

Exposición en redes sociales

Compartir información corporativa en redes sociales sin las precauciones adecuadas puede ser otro error humano crítico. Publicar fotos con datos sensibles a la vista, revelar detalles de proyectos internos o mostrar contraseñas en imágenes son ejemplos que comprometen la seguridad digital y pueden ser aprovechados por ciberdelincuentes.

Serpreco, la protección que tu empresa necesita

Aunque se establezcan protocolos y se forme a los equipos, ninguna empresa está exenta de cometer errores humanos que comprometan su seguridad digital. Por eso es clave contar con un plan de protección integral. En Serpreco, la correduría de seguros de La Mutua de los Ingenieros, ponemos a tu disposición el seguro de ciberriesgo, diseñado para cubrirte frente a posibles ataques informáticos, filtraciones de datos o interrupciones de actividad. Una solución que te aporta la tranquilidad de saber que, incluso ante un error humano, tu empresa estará protegida y preparada para responder.